La Universidad de los Llanos, dentro de su proceso de Acreditación Institucional como una Universidad de Alta Calidad, radicó la Autoevaluación ante el Ministerio de Educación Nacional donde se califican diversos factores de la institución.
El noveno factor en ser autoevaluado en este documento, es el bienestar en la Institución, donde se refleja que este se cumple en alto grado.
La Universidad considera el Bienestar Universitario como una de sus principales acciones en la prestación del servicio de educación superior y lo evidencia mediante la ejecución de programas en las áreas de Salud, Cultura, Desarrollo Humano, Socioeconómica, Recreación y Deporte. El Sistema de Bienestar Universitario se actualiza de acuerdo a las Políticas Nacionales de Bienestar Universitario propuestas por ASCUN según lineamientos del propio Ministerio de Educación Nacional.
En el período evaluado se registraron 61.572 participaciones de estudiantes, 1.048 de profesores, 5.314 de administrativos y 268 de egresados. Para el funcionamiento del Bienestar, la Institución dispone del talento humano para un óptimo funcionamiento de los programas de bienestar compuesto por un equipo administrativo, profesionales de apoyo, instructores, médicos, enfermeras y monitores, en el cual se ha invertido $3.835.689.462 entre 2015 y 2019.
Como medios de divulgación en bienestar, la Institución usa principalmente medios digitales que prevalecen sobre los físicos, como el perfil de Facebook “Bienestar Institucional Unillanos”, perfil de Instagram “@bienestarunillanos”, perfil de Twitter “@unillanos_”, correo Institucional, boletín, afiches, volantes y micrositio en la página web.
La gama de servicios de bienestar universitario, es evaluada mediante la aplicación de una encuesta de satisfacción de la comunidad universitaria: La Universidad orienta acciones al diagnóstico y prevención de los riesgos psicosociales, médicos y ambientales de la comunidad Institucional: el Área de Desarrollo Humano realiza talleres de promoción de salud mental y campañas pedagógicas; el Área de Promoción de la Salud oferta asesoría y atención médica y de enfermería; el Área de Seguridad y Salud en el Trabajo, realiza actividades de riesgo psicosocial dirigidos a los docentes y empleados de planta; en Prevención de riesgos ambientales, la Universidad provee, capacitaciones sobre recolección de inservibles e identificación de criaderos de mosquitos y realiza la prevención y manejo adecuado de los recursos físicos y orgánicos dentro de la Universidad. Sin embargo, es necesario ampliar la oferta de programas y servicios de bienestar en línea.
La Universidad dispone de políticas y acciones para facilitar la inclusión de población vulnerable procedente de comunidades indígenas, departamentos sin IES, municipios de difícil acceso o con problemas de orden público, reservistas de honor, deportistas destacados, víctimas de la violencia o desplazamiento forzado. Igualmente, ofrece un importante acompañamiento de guías e intérpretes para estudiantes con diversidad sensorial, visual y auditiva y software para los estudiantes con discapacidad visual, software de transcripción a braille, capacitación con el curso de Lengua de Señas y Braille. Producto de estas estrategias, se han beneficiado más de 200 estudiantes en situación de vulnerabilidad. Finalmente, son altamente significativos los descuentos en matrícula por clasificación socioeconómica que llegan hasta el 60% de descuento del total de la matrícula. Sin embargo, se requiere fortalecer los procesos de inclusión, especialmente los asociados a diversidad funcional auditiva, en programas de posgrado.
La Universidad cuenta con programas y actividades que buscan la prevención de desastres y la atención de emergencias, acciones que se ejecutan en el marco de la aplicación del Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo. Para tal efecto, a través de convocatorias busca conformar el cuerpo de brigadistas y realiza variadas capacitaciones El personal médico, de enfermería y psicología ayuda efectivamente en los casos requeridos tanto de salud física como mental.
Si bien la Institución viene realizando evaluaciones permanentes a las actividades de bienestar, se requiere realizar evaluación periódica del impacto de los programas de bienestar en la comunidad Institucional y del impacto del entorno en la comunidad universitaria.