Pronunciamiento del Consejo Directivo de Ascun
Manifestación de la Universidad colombiana ante los hechos de violencia contra las instalaciones del Icetex
Ante las situaciones de violencia presentadas en los últimos días en la ciudad de Bogotá, y que particularmente se dirigieron contra las instalaciones del Icetex poniendo en peligro vidas humanas con graves daños a bienes públicos, los rectores de las universidades públicas y privadas integrantes del consejo directivo de ASCUN manifiestan a la opinión pública:
1. No corresponde a ningún integrante de una comunidad universitaria asumir actos de violencia afectando bienes públicos y bienes de terceros, ni mucho menos poner en peligro vidas humanas. Su condición, por pertenecer a una comunidad académica, debe servir de ejemplo ante una sociedad que se debate en problemáticas agudas, pero cuyas soluciones no se encuentran con actitudes violentas distantes de la naturaleza de una institución formativa al servicio de los colombianos.
2. El Icetex es un patrimonio de todos los colombianos con alto reconocimiento nacional e internacional y el estar en discusión, en escenarios democráticos, su papel en la política pública educativa, por ningún motivo justifica hechos de violencia contra sus instalaciones y sus funcionarios. Estos comportamientos vandálicos y delictivos deben llevar a un enérgico rechazo.
3. A los ciudadanos afectados por estos hechos vandálicos e intimidatorios les expresamos nuestra solidaridad y esperamos su pronta y total recuperación. Ojalá sean fuente de inspiración para que no continúen existiendo manifestaciones violentas en expresiones de protesta, de iniciativa de miembros de una comunidad educativa.
4. El cuerpo rectoral reitera su permanente disposición de diálogo con las autoridades civiles y de policía para analizar conjuntamente estos lamentables episodios y encontrar las mejores formas de atenderlos, en el marco del significado de un campus universitario y de las expresiones de grupos de sus comunidades universitarias. Ese diálogo también debe ocurrir con los promotores de protestas sociales pacíficas, con estrategias pedagógicas que permitan comprender la resolución pacífica de conflictos y los daños que como sociedad hemos tenido durante décadas, producto de hechos violentos y armados. Ninguna causa debe justificarlos.
