En un mundo donde la sostenibilidad y la innovación son cruciales para el futuro, bajo la tutoría del profesor Leonardo Alonso Gómez, los estudiantes Daniel Celis y Yulitza Rodríguez, del programa de Ingeniería Agroindustrial de la Universidad de los Llanos, participaron activamente en el desarrollo de esta innovadora investigación que transforma residuos de yuca en un recurso útil para la agricultura, la energía y la tecnología.
Desde el 2015, el grupo de Investigación Ciencia, Tecnología e Innovación Agroindustrial (CITIA) ha trabajado en mejorar la cadena productiva de la yuca. Uno de sus primeros avances fue la reducción del tiempo de fermentación del almidón ácido de 90 a 45 días, beneficiando a productores y transformadores como Manuel Galarza, de la región del Ariari.
Colombia produjo en 2020 alrededor de 2,4 millones de toneladas de yuca (Manihot Esculenta), lo que ha incrementado la generación de biomasa residual, ante esta situación, los investigadores han analizado cómo la pirólisis puede transformar estos residuos en biocarbón, un material con múltiples aplicaciones.
Para todo este proceso, se utilizaron ramas de yuca de variedad Melúa, 31 con diámetros inferiores a 1cm (no aptas para propagación) y cáscaras de yuca generadas en una rallandería de Granada, Meta. Los materiales fueron sometidos a pirólisis a temperaturas de 300 y 600 °C, con velocidades de calentamiento de 5 y 10 °C/min.
Posteriormente, el biocarbón obtenido fue sometido a análisis de pH, conductividad eléctrica, poder calorífico , espectroscopia Raman y la técnica infrarrojos por transformada de Fourier (FTIR). Los resultados, evaluados mediante simulaciones en herramientas digitales como Python 3.12.2 y DWSIM v8.6.8, determinaron que una planta de producción con capacidad superior a 3,4 toneladas por hora de ramas de yuca, es viable técnica y económicamente en Colombia.
El biocarbón obtenido en esta investigación tiene múltiples aplicaciones, desde la mejora del pH del suelo y su uso como combustible, hasta su potencial en la producción de grafeno, un material clave en la fabricación de dispositivos electrónicos. Este avance no solo diversifica las oportunidades productivas para los agricultores y transformadores de yuca en la región, sino que también impulsa una economía más sostenible, generando mayores beneficios económicos con una menor huella de carbono.
“Las investigaciones de la Universidad de los Llanos son un primer paso para llamar la atención sobre los beneficios de este tipo de integración de procesos, para que la agroindustria sea sostenible. Sin embargo, hay mucho camino por recorrer y son muchos los problemas de investigación que se deben resolver todavía para llegar a una implementación.
Pero los productores ven aquí todas las posibilidades que tienen al manejar un recurso tan útil y tan diverso molecularmente como la biomasa”, explicó el profesor Leonardo Alonso. El trabajo del grupo CITIA reafirma el potencial de la ciencia y la tecnología para impulsar soluciones sostenibles, consolidando a la yuca no solo como un alimento clave, sino también, como un recurso estratégico para la innovación agroindustrial.